¿Seguridad? Social

Desde siempre hemos escuchado a nuestros gobernantes (independientemente de su color) presumir de nuestro sistema de seguridad social, sacando pecho ante los sistemas existentes en otros países (mixtos, como en Francia, o prácticamente privado, como el caso de EEUU)

Yo creo que, por encima del un sistema u otro, lo que ha de valorarse es su funcionamiento, que es lo que todos podemos percibir, y en ese sentido creo que nuestro sistema sigue dejando mucho que desear: listas y burocracias interminables, instalaciones anticuadas (salvo excepciones) y alarmante escasez de médicos especialistas que siguen fugándose a otros países en los que la remuneración es mayor.

En los últimos meses me ha tocado vivir de cerca varios episodios, alguno de ellos surrealista, que me llevan a pensar que la situación normal es la incidencia.

Creo que no somos conscientes de la magnitud de la cifra que todos los trabajadores y empresas hemos de aportar (de forma obligada) al mencionado sistema. Casi mejor ni saberla. Pero lo que sí está claro es que a estas alturas no es muy lógico que una muy importante parte de la población española de entre 25 y 45 años haya tenido que suscribir un seguro privado porque no confía en la Seguridad Social, por supuesto sin la más mínima reducción de la cuota pública por ello. Y menos mal que todos esos tontos (me incluyo) se han ido por ahí, pues de lo contrario aún sería mayor el colapso.

Total, que el ciudadano como siempre a pagar el pato, y en este caso en lugar de un pato, dos (el público y el privado). Buen negocio hacemos sí señor.

Y lo peor de todo es que nadie (ni unos ni otros) habla ni una palabra de este tema, que debería ser el prioritario. Igual es porque para mantener a la clase política más numerosa de Europa no hay otra manera.